En esta época de pérdida de los valores, del alejamiento de lo divino, de incredulidad, y lo más importante de todo, época de abandono de la religión, hago un llamado a todos a volver a creer, a buscar un sentido nuevamente a sus miserables vidas, y no crean que eso es imposible, yo les tengo la solución, la santa iglesia de la benignísima Guayaba busca nuevos devotos que estén dispuestos a entregarme la dirección de sus vidas.
No crea joven lector que esta iglesia fue creada de la noche a la mañana, no no no, no señor, usted entraría a formar parte de una elite en el mundo a la cual pertenecen grandes pensadores de la humanidad, a mediados de 2007 este templo contaba con 300 o 400 hermanos que venían a orar cada día, pero por circunstancias diversas se abandono unos cuantos meses la iglesia, y los mandos medios no funcionaron, ocasión que aprovecho Satanás para arrebatarme todas esas almas, quedando si mucho 5 pelagatos por día.
En este mundo competido en la religión, donde tengo adversarios fuertes como el Jesús Puertorriqueño, negritos africanos que hacen milagros, los jedis, el padre chucho, entre otros de una larga lista, los devotos se ganan con beneficios, y no los de antes, esta falta fieles exige renovación.
No nos importa si usted fue tan bueno como sor teresa (ante las cámaras), o si fue más malo que un putas, de una va directo al paraíso guayabesco, aunque en el infierno también se pasa sabroso.
Podrá tener el honor de pertenecer al grupo de los Guayabitos Descalzos de la Caridad, y viajar por el mundo dando a conocer nuestra palabra para que las mujeres perdidas se entreguen al señor (Guayabo por supuesto).
No pare a san Antonio de cabeza para conseguir esposo, no le haga la novena al divino niño para que su equipo quede campeón este año, no se dé latigazos en la espalda, nuestro más grande beneficio y solo por un año es nuestro servicio de milagros express, solo díganme que cosa les hace falta, y yo en toda mi divinidad como mesías enviado por la Sagrada Guayaba, os lo concederé.